Una empresa familiar. Una profunda tradición familiar vinculada a la aeronáutica marca nuestros orígenes. Raúl y Jorge de Diego, dos de los siete hijos de Hildur Wedberg y José de Diego, heredaron de ellos la pasión por el aire y la aviación.
Esta vocación por volar encontró en la pulverización aérea un espacio donde crecer, desarrollarse profesionalmente y agregar valor a la cadena productiva de una de las zonas agrícolas más prósperas del país.
Así, en 1973 comenzamos a trabajar con un avión Piper PA 11, de 1947, adaptado para este tipo de actividad. Operando desde el aeródromo Morgan, ubicado al norte de Tandil, en las cercanías del Hipódromo, con una pista de aterrizaje y un hangar. Con este, nuestro primer avión, podíamos fumigar hasta 400 has. por día.
Tiempo después tuvimos dos aviones IA-46 Ranquel hasta que finalmente, el 7 de diciembre 1979 adquirimos la primera aeronave específica para fumigar, un Piper PA 25-260 Pawnee. Con este avión nuestra capacidad de trabajo diario ascendió a 1000 has. diarias.
Así, con la voluntad de crecer y proveer mejor servicio, fuimos mejorando las aeronaves; un Piper Bravo 375 (LV-OGJ), de mayor potencia y capacidad de carga, y luego, para responder mejor y más rápido a las necesidades de nuestros clientes un Cessna Ag-Wagon 300. Posteriormente adquirimos un Piper Bravo 300 (LV-OGH) que duplicó nuestra capacidad de trabajo diaria, llevándola a más de 2000 has. diarias en promedio de campaña.
Promediando los 90 decidimos ampliar nuestra oferta de servicios para responder a las demandas específicas de nuestros grandes clientes. Así, con la adquisición de 2 máquinas AG-Chem Ro-Gator 854 de 200 HP de potencia, inauguramos un área dedicada a la Fumigación Terrestre. De esta manera proveemos servicio a los productores que requieren fumigación permanente en grandes establecimientos agropecuarios.
Actualidad. En 2013 cumplimos 40 años volando los cielos, cuidando las tierras. Nos enorgullece saber que nuestros clientes confían en nosotros para el cuidado de sus campos, y que formamos parte del circuito productivo de la región, y de la historia de la aviación agrícola argentina.